¿Retrocedimos ? Cómo manejar los retrocesos en terapia familiar

En terapia familiar, hay momentos de avance, conexión y cambio…
Pero también hay días difíciles, sesiones incómodas, y sensaciones de "volver atrás".
💬 Frases frecuentes en estos momentos:
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"Ya habíamos hablado de esto…"
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"Pensé que estábamos mejor."
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"Otra vez estamos igual que antes."
¿Te suenan? Estos son signos de un retroceso aparente , pero desde una mirada sistémica, podemos verlos como parte del proceso.
🧠 ¿Qué significa un retroceso?
En realidad, no es que se vuelva al punto cero , sino que:
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Emergen resistencias que estaban ocultas.
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El sistema familiar pone a prueba el cambio .
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Surgen emociones que antes no podían nombrarse.
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Se reactivan patrones viejos que aún no se resignificaron .
👉 Es parte del "movimiento" del sistema al intentar cambiar. A veces se avanza, a veces se vuelve a lo conocido.
🌱 ¿Cómo manejar los retrocesos?
1. Validarlos sin juicio
No se trata de culpar ni de desesperarse. A veces, retroceder es una forma de adaptarse al cambio .
2. Reflexionar juntos: ¿qué hizo que volviéramos a ese patrón?
¿Hubo algún evento, estrés, ausencia de un miembro clave, una tensión no hablada?
3. Rescatar lo aprendido
Aunque haya tensión, el sistema ya no está igual que al principio . Lo hablado, lo nombrado, ya dejó huella.
4. Reforzar el proceso terapéutico como un espacio seguro
Un retroceso puede ser la mejor oportunidad para revisar lo que aún no estaba listo para cambiar.
5. Hablar del cambio como un proceso no lineal
En consulta, es clave normalizar que avanzar no es siempre ir hacia adelante en línea recta .
🧩 En resumen:
"En terapia familiar, retroceder no es fracasar. Es ajustar, revisar, integrar y volver a intentar".